Así que tras varios meses de pertenecer a Pirates de Catalunya, por fin acudí a una reunión. La reunión era un bar. Llegué antes de tiempo no por gusto sino por temas de horarios de trenes. Si pillaba el siguiente tren hubiese llegado 10 minutos tarde, y prefería no retrasarme en mi primera aparición presencial del partido. Pero llegué demasiado pronto y tampoco conocía a nadie y a mi estos encuentros de lo virtual a lo real no acabo de llevarlo muy por la mano. Ya me veis mirando a la gente del bar y pensando qué grupo tenía pinta de ser frikis informáticos.
Por suerte no tuve que preguntar a nadie si era un Pirata o no, sino que me lo preguntaron a mi. Nunca había pensado que si me encontraba a una persona en un bar y me diría si era un Pirata, le diría que sí. Pero así es la vida y así es la revolución. Tienes que hacer cosas que no te las esperas.
El grupo que nos reunimos finalmente no era demasiado friki. Podríamos decir que yo estaba en la media de frikismo.
La reunión fue distendida |
Breve resumen de la reunión: Hay muchos Piratas que quieren colaborar con la causa y muchas causas que necesitan Piratas para ser llevadas a cabo. Debido a que estos Piratas no saben/pueden acceder a estas causas, nuestro objetivo queda claramente definido.
La Pequeña Gran Revolución da un paso importante.