Episodio 1: Empieza mi revolución

Hora punta, los que hoy trabajaban, se iban a sus casas.

Miraba las pantallas donde salen anunciados los trenes. Granollers Centre, no aparece. Sant Celoni, 30 minutos de retraso debido a una avería. Se ve un andén repleto de gente.
Durante el trayecto el conductor decide pararse más de lo habitual en Montcada. Un aviso por el altavoz dice:

- Atención por favor, el tren estará parado en esta estación hasta que reanude la marcha.

Las personas que estábamos hacinadas en el tren como sardinas en escabeche, nos mirábamos pensando "Gracias por la información..."

Rodalies de Renfe 19h

El tiempo pasaba y no pasaba nada. Varias personas se quejan en voz baja de la vergüenza de servicio. Otros tantos llaman a sus parejas diciendo que llegarán tarde, que el tren está parado. Hay uno que está viendo "Salvados" por el móvil y me acuerdo de un programa de éste donde se veían trenes de lujo (el AVE) pasando por ciudades desiertas con 3 o 4 pasajeros. Y después alzaba la vista y me veía a mi con cientos de personas sin poder movernos (literalmente), cansadas, quejosas, resignadas y PARADOS.

Me entran ganas de llamar por el timbre del tren al conductor y decirle si hay para mucho rato. Pero no lo hago. Me entran ganas de decir a la gente que si no les entran ganas de hacer algo. De buscar soluciones. De chillar. Pero no lo hago. Me acuerdo de Miguel, un viejo amigo de Pamplona. Él me hubiera ayudado. Miguel sí tiene lo que hay que tener para encender una revolución. Pero no está aquí conmigo.

Así que tendré que empezar yo mismo, mi propia revolución.

Tengo 26 años y mañana es Huelga General.